La maestría de Leiber se evidencia una vez más en
esta quita entrega de las aventuras de Fafrhd y el Ratonero gris.
Además, este volumen es el único de toda la saga que
está estructurado en forma de novela y no de cuento.
Esta entrega es posiblemente la mejor que he leído hasta
el momento, aunque no supera a cuentos clásicos como "Aciago
encuentro en Lankhmar" (Espadas
y demonios) o "Malos tiempos en Lankhmar" (Espadas
entre la niebla). Las aventuras de la pareja protagonista
quedan tan bien expresadas por la prosa de Leiber que una vez más,
tengo que quitarme el sombrero y agradecer a este autor que sea
capaz de trasladarnos a un entorno fantástico con esa facilidad
y con una calidad literaria tan notable.
La propia ciudad de Lankhmar es la que peligra en esta novela,
a causa de un complot muy imaginativo en el que obviamente la pareja
protagonista tendrá mucho que decir. Sin embargo, he notado
que el Ratonero posee un protagonismo más marcado que su
compañero, posiblemente porqué la historia, la cual
por motivos obvios me recuerda a aquella magnífica novela
juvenil que era "La señora Frisby y la ratas de Nimh",
está preparada para lucir a uno de los héroes, no
para los dos.
Las Espadas de Lankhmar es una buena novela de fantasía
épica, aunque en algunos momentos el autor facilita los acontecimientos,
pero realmente cumple con todo aquello que uno se esperaba de las
aventuras de fafhrd y el ratonero: Diversión, fantasía
y buen humor.
Pero hay que decir que el autor no se va por los cerros de Úbeda
como en otras historias y que nos describe una aventura coherente
y divertida. Eso sí, parece que introdujo un "cameo"
de un personaje el comienzo de la novela que aparece en otras novelas
del autor y que realmente no aporta nada a la historia. Por suerte
se queda en eso: En una aparición puntual.
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